No tengas miedo a ser mamá primeriza
Todas las mujeres tienen temores cuando se trata de pensar en los cuidados y el mundo de temas desconocidos al tener a su primer bebé. Pero no te preocupes, a continuación hablaremos sobre 8 mitos sobre cuidados del bebe, cuando eres mamá primeriza.
1.- Bañarlo todos los días
Los pediatras aseguran que con bañar a los bebés dos o tres veces a la semana es suficiente. Sobre todo en los que sufren dermatitis atópica, puesto que el manto graso de la piel se altera con el baño y pueden empeorar los síntomas. Si después de cada cambio de pañal lo limpiamos bien con una esponja y le lavamos las manitos no es necesario usar la bañera a diario, y menos usar jabón salvo que al pequeño le relaje el contacto con el agua calentita para dormir.
2.- Esterilizar todo hasta que el bebé cumple un año
Una buena higiene en los bebés es fundamental, sobre todo durante las primeras semanas de vida, pero no hay que obsesionarse. Lo que hay que intentar es que sus objetos estén bien limpios para que el bebé entre en contacto con un número determinado de bacterias que le ayuden a desarrollar sus propias defensas, pero no las suficientes como para que le provoquen una infección. Otra cosa son los niños prematuros, con ellos hay que extremar la higiene, sobre todo las primeras semanas de vida.
3.- Mantener toda la casa en silencio cuando duerme de día
Al cumplir el mes y medio, los patrones de sueño del bebé empiezan a relacionar los ciclos de luz-oscuridad y el pequeño está más predispuesto a dormir más tiempo por la noche. Por eso debe percibir la luz del sol y habituarse a los ruidos cotidianos de la casa durante las siestas y así saber cuándo es de día. Además, si hay un silencio absoluto cuando el niño duerme, cualquier ruido le sobresaltará.
4.- Mantener un solo pecho por sesión de lactancia
Se cree que lo mejor es que una vez que el bebé ha terminado de lactar un pecho debe pasarse al otro.. Al contrario, hay que combinar. Y si se duerme o deja de alimentarse, para la siguiente toma hay que ofrecerle el pecho que no tomó o que tuvo en segundo lugar. Para establecer una lactancia adecuada debe mamar y vaciar ambos pechos. Toma en cuenta que si el niño es muy pequeño es posible que se sacie enseguida, y no alcance a cambiar.
5.- Abrigarlo demasiado
Los recién nacidos tienden a enfriarse, pero si los abrigamos demasiado sudan mucho. Además, se ha comprobado que aumenta el riesgo de asfixia y muerte súbita. Podemos saber si tiene frío si sus manos y pies están fríos o un poco amoratados. En ese caso conviene abrigarle más. Si suda por la parte del cuello y la cabeza, es que tiene calor y hay que quitarle algo de ropa.
6.- Dejarlo llorar
La teoría de que “hay que dejar llorar a los niños porque si no se malacostumbran”, no tiene ningún fundamento. Cuando un recién nacido llora debemos agarrarlo en brazos enseguida, consolarlo y averiguar qué necesita para proporcionárselo (mamar, que le cambien el pañal, arroparlo, desarroparlo…). Esta es la manera de demostrar al bebe que estamos ahí cuando nos necesita.
7.- Raparle la cabeza para que le crezca el pelo más fuerte
Los dermatólogos no recomiendan hacerlo, primero porque no es cierto que el pelo crezca más fuerte: crece exactamente igual. En segundo lugar, porque si el bebé es muy pequeño es posible que, al desaparecer el pelo, pierda calor corporal por la cabecita. Las características del pelo del bebé no serán definitivas hasta pasado su primer cumpleaños y dependen de su herencia genética.
8.- No dejar que nadie lo toque
El miedo a que alguien enfermo contagie al niño si lo besa o lo lleva en brazos es muy común en todas las madres. Sin embargo, es de sentido común saber que si alguien está enfermo, no debemos llevar cerca de esa persona al pequeño para evitar contagios. Pero todo bebé necesita rodearse de cariño.